La terapia individual está diseñada para ofrecer un espacio seguro, confidencial y empático donde el paciente puede explorar y trabajar sus pensamientos, emociones y conductas. Este servicio está orientado a adultos que enfrentan situaciones como ansiedad, depresión, duelo, baja autoestima, conflictos personales o crisis vitales. A través de técnicas basadas en la psicología cognitivo-conductual, humanista o integradora, el psicólogo guía al paciente hacia una mayor comprensión de sí mismo y al desarrollo de estrategias efectivas para afrontar sus desafíos.